Nuevo paso a paso Mapa Cómo respirar con la boca abierta sin sentir incomodidad
Hoy vamos a adentrarnos en un punto que frecuentemente desencadenar mucha controversia dentro del mundo del canto profesional: la proceso de respiración por la cavidad bucal. Representa un elemento que algunos recelan, pero lo real es que, en la gran mayoría de los escenarios, resulta relevante para los intérpretes. Se tiende a escuchar que ventilar de esta modalidad deshidrata la zona faríngea y las cuerdas sonoras, pero esta declaración no es absolutamente correcta. Nuestro mecanismo de respiración está en permanente funcionamiento, permitiendo que el aire inhalado ingrese y sea expulsado sin pausa a través de las bandas vocales, ya que son parte de este proceso natural.
Para interpretarlo mejor, visualicemos qué ocurriría si ventilar por la boca terminara siendo realmente nocivo. En contextos cotidianas como correr, caminar o incluso al reposar, nuestro organismo debería a inhibir sin intervención consciente esta ruta para evitar afectaciones, lo cual no ocurre. Adicionalmente, al pronunciar palabras, la cavidad bucal también tiende a perder humedad, y es por eso que la ingesta de líquidos juega un función crucial en el preservación de una emisión vocal saludable. Las cuerdas vocales están recubiertas por una película mucosa que, al igual que la piel, necesita conservarse en situaciones apropiadas a través de una adecuada hidratación. Aun así, no todos los líquidos realizan la misma finalidad. Opciones como el infusión de té, el café o el mate tradicional no hidratan de la misma modo que el agua potable. Por eso, es fundamental priorizar el uso de agua simple.
Para los cantantes con trayectoria, se recomienda beber al menos tres unidades de litros de agua de agua potable al día, mientras que quienes se dedican al canto por afición pueden mantenerse en un nivel de 2 litros cotidianos. También es crucial restringir el licor, ya que su disipación dentro del físico contribuye a la pérdida de humedad de las cuerdas sonoras. Otro elemento que puede dañar la fonación es el reflujo estomacal. Este no se enfoca a un sencillo episodio de acidez gástrica puntual tras una ración pesada, sino que, si se manifiesta de modo recurrente, puede afectar la película protectora de las pliegues vocales y menguar su eficacia.
Entonces, ¿en qué sentido es tan relevante la ventilación bucal en el canto? En composiciones de cadencia rápido, apoyarse de manera única de la respiración nasal puede causar un conflicto, ya que el momento de entrada de aire se ve limitado. En diferencia, al ventilar por la boca, el flujo de aire penetra de modo más más inmediata y acelerada, previniendo cortes en la continuidad de la emisión sonora. Hay quienes aseguran que este tipo de ventilación hace que el oxígeno se alce de forma abrupta, pero esto solo ocurre si no se ha desarrollado correctamente la metodología de canto. Un cantante entrenado adquiere la habilidad de regular este funcionamiento para reducir rigideces que no hacen falta.
En este canal, hay numerosos rutinas concebidos para incrementar la capacidad respiratoria tanto con la nariz como con la boca. Practicar la inhalación bucal no solo posibilita expandir la fuerza pulmonar, sino que también contribuye a dosificar el caudal de oxígeno sin que se ocasionen modificaciones súbitas en la salida de la cualidad vocal. Actualmente dirigiremos la atención en este factor.
Para comenzar, es beneficioso efectuar un prueba funcional que facilite darse cuenta del desplazamiento del tronco durante la respiración. Coloca una mano sobre la clavícula y la otra en una zona más baja del caja torácica. Ventila por la vía oral buscando conservar el organismo firme, evitando movimientos marcados. La región de arriba del torso solo tendría que moverse ligeramente, aproximadamente medio cm o un cm como límite. Es importante no permitir contraer el abdomen, forzarlo hacia adentro o hacia afuera, o tratar de abrir las caja torácica de forma forzada.
Se conocen muchas nociones inexactas sobre la inhalación en el arte vocal. mas info En el ayer, cuando la ciencia aún no facilitaba entender a fondo los procesos del sistema corporal, se diseminaron postulados que no siempre eran exactas. En la actualidad, se sabe que el canto tradicional se basa en la potencia del torso y el soporte respiratorio, mientras que en el canto moderno la metodología varía basado en del tipo de voz. Un error corriente es buscar exagerar el desplazamiento del área media o las caja torácica. El organismo funciona como un fuelle de aire, y si no se permite que el caudal pase de forma espontáneo, no se consigue la fuerza interna adecuada para una fonación eficaz. Además, la situación física no es un obstáculo dominante: no es decisivo si alguien tiene algo de barriga, lo fundamental es que el físico actúe sin generar tiranteces que no hacen falta.
En el proceso de toma de aire, siempre hay una ligera detención entre la inspiración y la expulsión. Para percibir este fenómeno, ubica una extremidad en la región alta del pecho y otra en la zona baja, aspira aire por la boca y observa cómo el oxígeno se detiene un segundo antes de ser liberado. Poder regular este instante de paso simplifica enormemente el manejo de la respiración en el desempeño vocal.
Para fortalecer la capacidad de aguante y perfeccionar el dominio del caudal respiratorio, se recomienda practicar un proceso sencillo. En primer lugar, exhala de forma absoluta hasta liberar los espacios pulmonares. A continuación, ventila de nuevo, pero en cada repetición procura captar una menor cantidad de aire y dilatar la exhalación cada vez más. Este enfoque sirve a fortalecer el músculo diafragmático y a optimizar la regulación del flujo respiratorio durante la presentación vocal.
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